Cuando hablamos de encontrar un sistema rentable, es muy común que busquemos por un sistema que sea confiable.
Sin embargo, no debes olvidar que estás hablando, al operar mercados financieros, que estás hablando de operar basado en hechos aún no concretados, es decir, estas prediciendo no adivinando.
Adivino es el que sabe (por algún poder mágico, inspiración divina o abra cadabra) lo que va a suceder, aún cuando no haya pasado. El que predice, es aquel que, para efectos de esta explicación, se basa en modelos estadísticos, observaciones del pasado, para salir con una regla que se cumpla la mayor parte del tiempo, es decir, para determinar qué es lo más probable que suceda.
Hace tiempo, un amigo me contó una estrategia secreta suya, cada vez que se reunía con sus correligionarios del jueves de póker, él tendría un truco infalible (según él), si en algún momento de la noche, el lograba hacerse de un póker de ases: luego de mostrar algo de incertidumbre, vería su reloj y diría, ¡Qué demonios, si no es ahora cuando!, y apostaría todo. Asumiendo que si lograba hacer esa única jugada, podría tener una ganancia exorbitante asegurada.
Bueno pues llegó la noche en la que ocurrió esto, ante sus atónitos ojos, al extender su juego de cartas conto sus 4 ases, sonrió para sí pensando que tendría esa noche una ganancia asegurada, si lograba hacer que todos participaran. Con calma se relajaba para no dejarse descubrir con una apuesta inicial muy alta, y poco a poco lograr involucrar a todos con la posibilidad de que no hubiera ahí nada para él.
Se cambiaron las cartas, se subieron las apuestas, y una persona salió de la mano.
Luchando por contener su ansia, respiró profundo, cerró sus cartas contra la mesa, dio un par de golpecitos con una ficha sobre ellas, miró el reloj, dio un último sorbo a su bebida y expresó (mientras apuraba todas sus fichas hacia el centro) ¡Qué demonios, si no es ahora cuando! Ya es tarde y me tengo que ir. Así que subió la apuesta a todo lo que podría cubrir, y sin voltear a ver a nadie, se enfrascó en prepararse el ultimo bocadillo hiper-mejorado, de lo que sería una noche con una ganancia extraordinaria.
Fingiendo no estar interesado en saber si los jugadores restantes, le acompañarían en la apuesta, para fingir un simple arrebato antes de terminar esa noche, se enfrascó en ese bocadillo, mientras en realidad estaba escuchando con suma atención cómo cada uno de los participantes, estaban picando su anzuelo, y tomándole la apuesta.
La hora de la verdad llegaba, su tan anhelada oportunidad de probar que su método eventualmente sería infalible había llegado.
El primer participante tenía póker de 9s, el cual lo colocaba con algo de incertidumbre a la vista de todos, pensando que tal vez, sería suficiente para ganar el ahora tan jugoso bote.
Era turno de mi amígo, con una sonrisa pícara dijo: “pues también tengo un pokerito, pero uno de ases compadres, así que creo que todo está dicho para esta noche…”
El color de quien había abierto el poker de 9s subió a rojo intenso… en la mente de mi amigo solo era un mero trámite ver lo que aquél otro participante que había cambiado 2 de sus cartas, tendría por mano y saliera con algo sin mucho peso, en el peor de los casos.
Cuál fue la sorpresa de mi amigo al descubrir una flor imperial, y ver cómo en un solo instante, su estrategia que él esperaba fuera infalible, terminó arruinandole la noche.
¡Nunca había ganado mucho en el pasado, pero jamás había perdido todo en una noche!.
Así pasa cuando tratas de buscar la jugada perfecta, o el trade perfecto.
No existen las estrategias perfectas, no existen los indicadores infalibles, debido a esto, solo nos queda jugar en base a las probabilidades de un sistema y pensar en más de una jugada, en más de una oportunidad, en más de un intento.
Por lo tanto, no dejaremos que toda nuestra cuenta se vaya en un solo intento.
No dejaremos que toda nuestra cuenta se arriesgue sin límites.
Porque aún cuando hayamos descubierto el indicador su-per-exi-to-so, la estrategia más confiable, el aquí no puede fallar esto; siempre deberemos recordar: estamos operando basados en hechos no concretados, y por esto, siempre habrá, un porcentaje, por mínimo que sea, en que todo pueda ir mal, y el secreto para ganar en el largo plazo, no será el tomar una ganancia extraordinaria, sino el sobrevivir, el mantener a flote la cuenta, para estar siempre listo, siempre en condiciones, para tomar la siguiente ganancia que el mercado nos ofrezca.
Que haya buena suerte y mejores trades