Análisis sobre las implicaciones y resultados del segundo paquete de rescate para Grecia.
Bueno pues el gran día ya pasó, este jueves 21 los líderes de la unión europea luego de una reunión de unas 10 horas salieron a anunciar un paquete de ayuda para Grecia que intenta quitarle los dientes del contagio a este monstruo regordete llamado “crisis de deuda soberana”.
El problema en concreto es que la deuda de Grecia sigue inflándose como un enorme balón, con condiciones de refinanciamiento que no hacen más que incrementar aún más a este monto. (similar al aprieto en el que se mete quien imposibilitado de pagar los mínimos de su tarjeta de crédito comienza a usar una segunda tarjeta de crédito para mantener los pagos mínimos de la primera (y ahora también la segunda) a una tasa de interés mucho más inflada.
Las reglas del juego:
Agravando esta situación estaba la postura del Banco Central Europeo, que se la había pasando amenazando con que si se detonaba un evento crediticio (una restructuración total o parcial de la deuda griega) dejaría de aceptar los bonos griegos como garantía para los préstamos de corto plazo que le da a los bancos.
Por el otro lado apuntalando este problema teníamos a Alemania (principalmente) amenazando con no autorizar otro plan de rescate a menos que el sector privado (los bonistas) se pusieran guapos con parte del rescate, aportando una cantidad, que originalmente habían pedido fuera alrededor del 30% del nuevo rescate.
Así que con estas posturas el fiel de la balanza parecía tenerlo las 3 principales agencias calificadoras de riesgo: Moodys, Standard & Poors y Fitch, las cuales habían ya advertido que cualquier maniobra tendiente a propiciar un cambio de bono por otro, sería calificado como impago (Activando con esto la consecuencia de que los bonos griegos dejaran de funcionar como colateral).
En pocas palabras el problema era que para que Alemania pusiera dinero (y por tanto los demás) se necesitaba que Grecia reestructurara su deuda, bajo la posible consecuencia de que esto en automático detonara una bomba, al despojar de su valor a los bonos emitidos como colateral por lo que las entidades financieras ya no podrían utilizarlos de esta manera.
Todo es un problema de percepción
Uno de los puntos que parecen más claros pero paradójicamente los gobiernos de la eurozona parecen no querer reconocer, es que todo esto es un simple problema de percepción.
Mientras que un país parece solvente (con capacidad para hacer frente a sus obligaciones) el negocio de los inversionistas será prestarle sus fondos para ganar dinero con sus intereses.
Los ataques de la semana pasada a la deuda Italiana, cuando sus CDS (seguros contra el impago de deuda) crecieron su valor vertiginosamente (incluso más rápido que los españoles, que ya estaban bajo la mira desde hace semanas) nos recordaron dolorosamente, lo peligroso que puede ser estar bajo un ataque de desconfianza, pues los fundamentales dejan de importa y lo que importa, es lo que el público percibe. O en otras palabras, tu percepción es tu realidad.
La percepción de que los bonos griegos podrían dejar de valer por un evento crediticio, tiró al euro más de 130 puntos ayer ¡y aun no se anunciaba nada oficial!, de igual manera, al filtrarse un borrador del plan de rescate a la prensa, la percepción de que Grecia seguiría siendo solvente y por lo tanto sus bonos seguirían representando un valor en el mercado, hizo repuntar a máximos que apenas fueron rebasados cuando el mercado finalmente recibió la información oficial sobre este nuevo rescate.
Y se anunció el plan
El plan de rescate para Grecia finalmente resulta ser una mezcla de dinero y facilidades, que dan un poco más de idea de sustentabilidad a la deuda de este país, ¿se trata de una solución definitiva? Pienso que no, pero eso solo el tiempo lo dirá.
Entre las nuevas ventajas que tiene este plan es que el tiempo de vencimiento para esta nueva deuda griega se extiende de 15 a 30 años, lo que hace que los pagos sean menores al tener más tiempo para cubrirlos el país heleno.
Otra ventaja que muestra es que se anuncia el acuerdo para agrandar el fondo de estabilidad financiera europeo, el cuál ahora tendrá la capacidad de entregar líneas de crédito precautorias para países de la unión que incluso no necesitan rescate (como por ejemplo para parapetar a Italia contra posibles próximos ataques).
Además se contempla el capitalizar más fuertemente a los bancos, estas líneas de crédito a los bancos también dan una percepción de solidez frente a la ahora muy posible reestructuración de deuda griega. Es decir, intentan evitar que se dé una corrida bancaria (cuando todos sus depositantes intentan retirar el dinero al mismo tiempo) porque asociaron la caída de la deuda griega con la caída de los bancos.
El “flash default”
Uno de los puntos más interesantes de este rescate, es que, la reestructuración de la deuda Griega que contempla la tan atada participación del sector privado, donde de 30,000 mil que originalmente se había barajeado ahora han subido a 37,000 lo que deberán poner los inversionistas, esto debería provocar que las calificadoras de riesgo declaren el impago (default) de Grecia, lo han intentado resolver, con una medida un tanto al estilo de la reestructuración de la deuda Uruguaya.
Lo que hacen es proponer el intercambio de los actuales bonos a vencer, por nuevos bonos con la misma denominación, pero vencimiento dentro de los próximos 30 años y con una tasa de interés mucho más baja que la que el mercado exige en este momento.
Se considerará default, porque Grecia al término de su vencimiento, no pagará su deuda si no que dará otro papelito en cambio. Sin embargo, se piensa que, esta condición de impago se elimine en breve debido a un monto de 35,000 millones que contempla este paquete de rescate, para hacer las veces de colateral (de garantía) de los bonos griegos, con lo que el Banco Central Europeo ha aceptado seguir tomando a estos bonos como garantía para otorgar sus préstamos de refinanciamiento a los bancos.
Eventualmente, luego de unas semanas a lo mucho meses, se espera que el estatus de impago vuelva a subir, es decir, que le suban la calificación de riesgo otra vez (aunque tal vez no a grado de inversión) una vez que el intercambio de bonos se haya terminado dando como resultado una nueva situación de deuda para Grecia, más manejable y por lo tanto sustentable.
Esto evitaría que los bancos quieran deshacerse a precio de remate, de los bonos griegos, porque seguirían siendo buenos como colateral, por lo que no habrá necesidad de sacarlos de sus hojas de balance, y además al estar apuntalado por otro mecanismo: la nueva capacidad que también anunciaron en este paquete para que el fondo de estabilidad financiera europeo, pueda comprar bonos en el mercado secundario (y con esto compensar la oferta, o lo que es igual, subir el valor de estos bonos, de ser necesario.
Si esto logra funcionar como se espera (que no hay garantía de esto, pero es posible por la experiencia en países como Uruguay, Paquistán y Ucrania, como apunta el Sr. Nouriel Roubini), la Unión Europea habría matado varios pájaros de un tiro, pues habría conseguido no solo sacar adelante al problema Griego, sino que también habría encontrado la fórmula para seguir con el destino de la deuda soberana atado a la decisión de las calificadoras de riesgo, sin tener que manipularlas en sus decisiones (como tontamente habían pretendido durante las últimas rebajas de Moodys a Grecia y Portugal y ante la constante advertencia de rebajar la calificación de deuda griega si se hacía cualquier tipo de reestructuración).
Así que al parecer todos ganan
De esta manera el paquete a primeras vistas, hace que todos salgan más o menos con lo que estaban buscando:
Alemania y los demás países que están firmes, detienen el contagio sin que sus votantes tengan la percepción de que los gatos gordos se llevan el premio de apostar por el que llevó sus finanzas irresponsablemente (Grecia).
Los bancos tienen una forma para evitar que de la noche a la mañana se vean con miles de millones de dólares evaporados de sus hojas de balance y se vean obligados a botar los bonos griegos como si nada.
El Banco Central Europeo, se ha podio, una vez más, tragar sus palabras (recuerde la vez que dijo que no doblaría sus reglas de colateral por ningún país en especial y luego terminó aceptando a los bonos griegos sin grado de inversión, y después a los irlandeses y portugueses también) como si fueran madalenas se tragó sus palabras, al mantenerse en apariencia firme, pero cediendo a la mera hora, gracias a ese colateral extra que le permite decir a todo mundo, ¡ah bueno , así es distinto!.
A los negocios de toda la eurozona, pues en realidad, esta pérdida inducida a los bancos por la restructuración, no es tan grave como podría ser en una reestructuración desordenada, y por lo tanto, los sigue manteniendo con capacidad para seguir a su vez dando líneas de crédito para que las empresas sigan funcionando con normalidad.
A los miembros de la eurozona, porque gracias a este paquete con sus líneas de financiamiento emergente para los países aun cuando no hayan firmado un rescate, podrán dar la apariencia de fuertes como para resistir ataques de desconfianza del mercado y con esto se ha limado los dientes a la amenaza del contagio.
Y finalmente al estado Griego, que con esto se le ha extendido la vida, y se le da más tiempo para que hagan el milagro de mejorar sus finanzas, con un escenario que sigue siendo muy peligroso, porque atado a este paquete vienen nuevos recortes draconianos (apretones adicionales de cinturón), nuevas reformas estructurales que aprobar, lo que podría castigar aun más a su población y su capacidad productiva y por tanto se le dificulta la posibilidad de hacerse de más impuestos, sin los cuales se verán en la necesidad de despedir más funcionarios, recortar más programas, y desestabilizar aun más su gobernabilidad, lo cual nos vuelve al principio original.
¿Cuánto tiempo más tendremos la percepción de una Grecia solvente, luego de este rescate?, porque recuerde, todo este equilibrio basado en deuda, se sustenta en una sola cosa:
La percepción.
Que haya buena suerte y mejores trades