150 empleados semanalmente son recortados por agencias estatales en Inglaterra llegando a la cifra de 4000 puestos laborales perdidos desde el inicio del año.
Un 26% de sus empleados ha sido el tamaño de la reducción en este sector y se presenta como el signo más claro del impacto global que la crisis de crédito y la desaceleración del mercado de bienes raíces ha tenido en la economía de Inglaterra.